Es definida por la Sociedad Americana de Urología como la incapacidad o dificultad recurrente para tener una erección que permita una relación sexual satisfactoria.
Cuando se tiene la sospecha diagnóstica el paciente debe ser evaluado en forma integral, esto incluye una historia clínica completa, un examen físico detallado, y evaluaciones de laboratorio y de otras pruebas diagnósticas que pueden ayudar a confirmar el diagnóstico.
Es importante tomar en cuenta que cuando se tiene este tipo de problemas puede ser que esté ocurriendo de fondo alguna enfermedad cardiovascular. Si encontramos alteración de niveles hormonales, de los niveles de azúcar, afectación de las grasas de la sangre o el colesterol, todo debe ser corregido en una forma integral porque puede estar afectando la erección del paciente.
Dentro de las medidas de tratamiento que debemos adoptar existen las medidas que modifican el estilo de vida para tratar de que el paciente logre un estilo de vida saludable, debe corregirse situaciones como sobrepeso, falta de actividad física, y establecer si hay algún factor de estrés que puede estar influyendo ya que el mismo también debe de intentar corregirse. Hay enfermedades de la próstata como lo son el cáncer, la inflamación de la próstata, la prostatitis, infecciones, o afectaciones hormonales en el varón que pueden también existir como causa de una disfunción eréctil.
Dentro de las opciones de tratamiento siempre hay que tomar en cuenta las medidas para modificar el estilo de vida del paciente, existen los medicamentos orales o inyectables, y también existen las prótesis de pene. Las prótesis de pene son el tratamiento quirúrgico para este tipo de problemas. Existen prótesis de dos tipos: las maleables y las de tres componentes. Las de tres componentes son las conocidas como: la bombita. Esta última es una prótesis que le permite al paciente mantener el pene en relajación y producir una dirección cada vez que lo desee por medio de el funcionamiento del dispositivo.
De esta forma el funcionamiento del pene es muy similar a lo que ocurreen una relación sexual normal. Cuando el dispositivo es accionado ocurre una erección que le permite al pene crecer en largo y en ancho. Las erecciones con este dispositivo le permiten al paciente tener las mismas sensaciones de satisfacción que ocurrían cuando tenía sus erecciones normales. El paciente con estos dispositivos llega a tener clímax y eyaculación normal.
La instalación de estos dispositivos se hacen por medio de una cirugía que realizamos en los hospitales. El paciente queda hospitalizado un promedio de dos a tres días y posterior a esto la recuperación en casa es bastante rápida.
Si usted padece de problemas de erección estas prótesis son una opción de tratamiento en donde en la mayoría de los casos el resultado es muy satisfactorio.
Todo esto se realiza siempre previa conversación con el paciente acerca de los riesgos y beneficios de este procedimiento.
Si usted tiene un problema de erección, consulte con su médico. Cabe la posibilidad de tratamiento o pídale que lo refiera con su urólogo.
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