Los pacientes con diagnóstico de cáncer son sometidos a diversas terapias para controlar su enfermedad, como la quimioterapia, radioterapia y cirugía, las cuales producen efectos colaterales en su cuerpo, incluida la cavidad oral. El tratamiento oncológico, ya sea con radioterapia o quimioterapia produce efectos tóxicos en las células cancerosas, pero también en las células normales. Por lo cual la cavidad oral es muy susceptible a los efectos tóxicos directos e indirectos de la radio y quimioterapia oncológica.

Entre los efectos secundarios más frecuentes de la radioterapia y quimioterapia se encuentran la mucositis (úlceras en la boca), la xerostomía (disminución de la saliva), la osteorradionecrosis (hueso expuesto), la disgeusia (alteración en el sabor de los alimentos) y el trismus (dificultad para abrir la boca). La mucositis es la complicación más frecuente y la literatura registra que entre el 10% al 25% de los pacientes suspende o modifica su tratamiento de cáncer por presentar una mucositis dolorosa en la parte interna de las mejillas y dificultar su alimentación.

Por lo anterior, todo paciente diagnosticado con algún tipo de cáncer debería ser referido a un odontólogo con experiencia en esta enfermedad antes de iniciar su tratamiento oncológico. A continuación, les compartimos un esquema de la atención odontológica que debe recibir el paciente con diagnóstico de cáncer.

Antes de iniciar el tratamiento oncológico

Una se recibe al paciente en la consulta odontológica se procede a realizar la exploración clínica y radiológica en aras de diagnosticar y todas o la mayor parte de las enfermedades bucales antes de iniciar el tratamiento oncológico sea este quimioterapia, radioterapia o cirugía para evitar así complicaciones posteriores.

La sensibilización del paciente sobre su higiene bucal es vital para minimizar los problemas durante el tratamiento oncológico. El cepillado dental se debe realizar tres veces por día y se deben usar pastas con flúor. Es importante complementar la higiene con hilo dental al igual que enjuagues con clorhexidina al 0,12 % procurando que estos sean sin alcohol para evitaciones.

Al paciente se le debe realizar una buena limpieza dental al igual que las extracciones dentales que estén indicadas unos 21 días antes del inicio de la terapia oncológica, para asegurar la correcta cicatrización del tejido.

Las caries y afecciones de la pulpa de los dientes deben eliminarse entre 15 y 20 días antes de iniciar la terapia oncológica para asegurar su completa curación y que no se requiera tratamientos más complejos. Es importante en el paciente oncológico que ante la presencia de un diente con absceso este debe tratarse o extraerse ya que existe el riesgo de agudizarse el proceso infeccioso cuando las defensas del paciente bajen a causa de su tratamiento de cáncer (inmunodepresión).

Durante el tratamiento oncológico

Durante el tratamiento de radioterapia o quimioterapia se pueden hacer aplicaciones de flúor tópicas para minimizar el riesgo de caries al igual que citas de control de higiene bucal y hábitos alimenticios.

Como algunos tratamientos pueden causar llagas en la boca (mucositis) se recomienda el uso de enjuagues bucales con ácido hialurónico y cepillos de cerdas extra suaves.

Después del tratamiento oncológico

Una vez el paciente ha terminado la terapia oncológica, deberá volver a la consulta para revisar su estado de salud bucodental. Se deberá realizar limpieza dental.

En este periodo es importante la interconsulta con el oncólogo en caso tal el paciente requiera algún tratamiento invasivo impostergable. Los tratamientos permitidos o seguros en este periodo dependerán del tipo de terapia oncológica recibida, vía de administración, localización.

Si eres un paciente recién diagnosticado con cáncer en cualquier parte del cuerpo consúltanos para una evaluación odontológica especializada y puedas prepararte para iniciar tu tratamiento oncológico con mínima afectación bucal.