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SIN IMPROVISAR PARA HACER CAMBIOS DE HÁBITOS

Publicado el

Licda. Geminnesse Hernandez

Nutricionista-Dietista

Especialista en Síndrome Metabólico y Riesgo Cardiovascular

¿Cómo cambiar tus hábitos de alimentación y mejorar tu salud?

La alimentación es uno de los pilares fundamentales de nuestro bienestar. Lo que comemos influye en nuestro estado físico, mental y emocional, así como en la prevención y tratamiento de diversas enfermedades. Sin embargo, muchas veces no le damos la importancia que merece y seguimos hábitos de alimentación poco saludables que nos perjudican a corto y largo plazo.

¿Qué podemos hacer para cambiar nuestros hábitos de alimentación y adoptar un estilo de vida más saludable?

En este artículo te damos algunos consejos prácticos que te ayudarán a mejorar tu relación con la comida y a disfrutar de sus beneficios para tu salud.

¿Qué es un hábito de alimentación?

Es el conjunto de comportamientos, actitudes y preferencias que tenemos respecto a la comida. Estas costumbres se forman desde la infancia y se ven influenciados por factores como la cultura, la educación, el entorno, las emociones, el estrés, el tiempo, el presupuesto, etc.

Los hábitos de alimentación pueden ser saludables o no, dependiendo de si cumplen o no con las necesidades nutricionales de nuestro organismo y si favorecen o no nuestro equilibrio físico y mental.

Algunos ejemplos de hábitos de alimentación saludables son:

  • Comer al menos cinco raciones de frutas y vegetales al día.
  • Consumir alimentos integrales, leguminosas, frutos secos y semillas.
  • Elegir proteínas magras como el pescado, el pollo, el huevo o el tofu.
  • Reducir el consumo de grasas saturadas, azúcares añadidos y sal.
  • Beber al menos dos litros de agua al día.
  • Evitar el alcohol, el tabaco y las drogas.
  • Moderar el consumo de café y otras bebidas estimulantes.
  • Comer despacio, masticando bien y disfrutando de cada bocado.
  • Respetar los horarios y las cantidades de las comidas.
  • Escuchar las señales de hambre y saciedad del cuerpo.

Algunos ejemplos de hábitos de alimentación no saludables son:

  • Saltarse el desayuno o alguna otra comida principal.
  • Comer alimentos procesados, fritos, precocinados o con aditivos.
  • Abusar de la carne roja, los embutidos, los quesos curados o la mantequilla.
  • Consumir bebidas azucaradas, refrescos, zumos industriales o alcohol.
  • Picar entre horas alimentos ricos en calorías vacías como dulces, galletas, papas fritas o snacks.
  • Comer por ansiedad, aburrimiento o estrés sin tener hambre real.
  • Comer rápido, sin masticar o distrayéndose con la televisión o el móvil.
  • Ignorar las señales de hambre y saciedad del cuerpo.

¿Por qué es importante cambiar los hábitos de alimentación no saludables?

Los hábitos de alimentación no saludables pueden tener consecuencias negativas para nuestra salud a corto y largo plazo. Algunas de estas consecuencias son:

  • Aumento o pérdida de peso no deseado.
  • Alteraciones del metabolismo como la diabetes, el colesterol alto o la hipertensión.
  • Deficiencias o excesos nutricionales que pueden afectar al funcionamiento de los órganos y sistemas del cuerpo.
  • Enfermedades cardiovasculares como el infarto o el ictus.
  • Alteraciones digestivas como el reflujo, la gastritis o el estreñimiento.
  • Patologías inflamatorias como la artritis o la colitis ulcerosa.
  • Padecimientos oncológicos como el cáncer de colon o de mama.
  • Trastornos del estado de ánimo como la depresión, la ansiedad o el estrés.
  • Baja autoestima, insatisfacción corporal o aislamiento social.

¿Cómo cambiar los hábitos de alimentación no saludables?

Cambiar los hábitos de alimentación no saludables no es una tarea fácil, pero tampoco imposible. Se requiere de voluntad, motivación, paciencia y constancia, así como de un apoyo profesional adecuado. Un nutricionista-dietista es el profesional de salud experto en alimentación, nutrición y dietética que puede ayudarte a cambiar tus hábitos de alimentación de forma personalizada, segura y eficaz.

Algunos pasos que puedes seguir para cambiar tus hábitos de alimentación no saludables son:

  • Identifica y analiza tus hábitos de alimentación actuales. ¿Qué, cuándo, cómo y por qué comes?
  •  ¿Qué te gusta y qué no te gusta comer?
  • ¿Qué te impide comer mejor?
  • Establece objetivos realistas y concretos.
  • ¿Qué quieres conseguir con el cambio de hábitos?
  • ¿Qué beneficios esperas obtener?
  • Ve con un nutricionista para definir un plan de acción.
  • ¿Qué vas a hacer para cambiar tus hábitos?
  • ¿Qué alimentos vas a incluir o excluir de tu dieta?
  • ¿Qué cambios vas a hacer en tu entorno, tu rutina o tu actitud?
  • Pon en práctica el plan de acción.
  • Empieza por cambios pequeños y progresivos que puedas mantener en el tiempo. No te obsesiones con las calorías o las cantidades, sino con la calidad y la variedad de los alimentos. No te prives de nada, pero modera el consumo de los alimentos menos saludables. No te compares con nadie, sino con tu propio progreso. No te castigues por los errores, sino que aprende de ellos.
  • Evalúa los resultados.
  • Revisa periódicamente cómo te sientes con el cambio de hábitos.
  • ¿Has notado alguna mejora en tu salud, tu energía o tu ánimo?
  • ¿Has logrado alguno de tus objetivos?
  • Celebra tus logros.
  • Reconoce y valora todo lo que has conseguido con el cambio de hábitos. Prémiate con algo que te guste y te haga sentir bien, que no sea comida. Comparte tu experiencia con otras personas que te apoyen y te animen.

Cambiar los hábitos de alimentación no saludables es una decisión inteligente que puede mejorar tu salud y tu calidad de vida. No se trata de hacer dietas restrictivas o milagrosas, sino de aprender a comer mejor y disfrutar de la comida. No se trata de esperar a estar enfermo para empezar a cambiar, sino de prevenir y promover la salud desde hoy mismo. No se trata de hacerlo solo, sino de contar con el asesoramiento y el acompañamiento de un profesional calificado.

Recuerda que la constancia es importante y que los cambios deben ser poco a poco y adaptados a tus necesidades y preferencias. No hay una única forma correcta de comer, sino que cada persona debe encontrar la suya propia.

Si quieres cambiar tus hábitos de alimentación y mejorar tu salud, no dudes en contactar a un nutricionista-dietista que te ayude a conseguirlo.

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