- El poeta Yibrán Jalil Yibrán tenía la siguiente frase: “la más bella palabra en labios de un hombre es la palabra madre, y la llamada más dulce: madre mía”. Para usted qué significado tiene.
La palabra más bella y el llamado más dulce que un hijo o hija puede pronunciar, la emoción que te llena cuando escuchas a tu hijo decir mamá por primera vez. Y ese llamado madre mía, para mi ese reconocimiento de pertenencia de que su amor te pertenece y viceversa.
- ¿Cómo ha sido su legado a la sociedad como madre?
Educar a mi hijo Juan José para ser un hombre de bien, y cuando hablo de educar no solo me refiero a lo académico, creo que lo más importante enseñarle a creer en el mismo, poder transmitirle valores, ayudarlo a cultivar su corazón, para que sea una persona noble, justa y sepa hacer valer sus derechos, con respeto hacia los demás y hacia todos los seres vivos. Espero con la guía y el ejemplo que doy a mi hijo estar contribuyendo con mi legado a la sociedad.
- ¿Cuál consejo daría a aquellas mujeres que están por entrar a la fase de madres?
Los hijos son como la arcilla que moldeamos para darle forma, pero respetando su propia individualidad. Les diría que debemos procurar ser guía, nuestros hijos no son una versión de nosotros, ellos van desarrollando su propia personalidad, y nuestra tarea es estar allí para ayudarlos a conocerse en el proceso de crecimiento y desarrollo. Disfrutemos cada etapa, el más pequeño momento cuenta y crea recuerdos que por más sencillos que parezcan fortalecen el espíritu y los lazos familiares. Ser mamá no tiene ninguna receta mágica solo se trata de dar y demostrar amor.
- En una palabra, como define la palabra mamá.
Para mí la palabra mamá se traduce en el poder del amor, porque el amor trasciende y todo lo puede.
Juan José y yo disfrutamos hornear y hacer galletas juntos, también nos encanta ver películas en casa, y no me pierdo sus partidos de basquetbol o de fútbol americano.