Ya no son solo adicciones a las drogas, juegos de azar, al trabajo o al sexo, pues en los últimos años ha relucido como tormenta en invierno, la adicción a los video juegos en adultos y jóvenes, que afecta entre el 2 y el 3 por ciento de la población mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo por primera vez una clasificación en la cual se pudo determinar que uno punto 6 millones de personas son víctimas.
Sobre esta nueva sombra el doctor Manuel Ruíz nos comenta que: “cualquier adicción le responde a un patrón repetitivo nocivo que impide el funcionamiento, ya sea escolar, académico y laboral, lo que puede traer hasta problemas financieros, que puede alejar a las personas de sus hábitos sociales o de la sociedad y de otros amigos bajo ese punto una adicción al juego entonces también te causa ese tipo de situaciones”.
En el mundo de los vídeo juegos hay un punto que resuena como un tambor en desfile, que es algo que Ruiz no pasa por alto comentando “hay que distinguir claramente en esto entre una adicción y lo que llamamos ahorita los gamers”.
¿Qué es importante saber para distinguir de estas dos tendencias?
Los jóvenes por su afición, su entretenimiento es en línea a través de videojuegos y socializan a través de ello es decir, tienen amigos, gente en otros países y a veces los mismos amigos dentro de la misma nación en el cual socializan eventualmente. Pueden verse físicamente, pero tienen mucha interacción en línea a través de los juegos colaborativos que se pueden hacer en internet bajo eso tenemos que distinguir si un muchacho es un gamer, que cumple con sus obligaciones en un trabajo que maneja bien sus finanzas y si tiene una manera de socializar; no necesariamente podemos decir que es una adicción.
No pasa por alto explicándonos que: “desarrollar adicción es como decir que el bebedor social puede convertirse en alcohólico. La única forma de no convertirse en alcohólico, es no bebiendo igual la única manera de no convertirse en un adicto al videojuego es no jugando, así que sí, siempre vamos a ver que hay un riesgo, pero no ahora satanizar los videojuegos o de establecer como que todo lo que esté relacionado con estos es algo negativo”.
Una de las medidas que se pueden tomar en cuenta para que no se hunda el barco y acumules puntos es que se pongan en práctica es el afrontamiento, el entorno social sano y el apoyo del núcleo familiar.