Las mañanas empiezan no tan de mañana, porque las noches son más largas.

Es durante ese tiempo cuando nacen sus estrategias legales, después de atender a sus clientes, ir a tribunales y compartir con su familia. 

Es en la serenidad de la noche cuando arma profundas conversaciones con casos, viaja en el tiempo de los elementos que debe analizar y de alguna manera, se transporta como diligente investigador de hechos, para darle forma a sus teorías legales.

Su vocación como profesional del derecho siempre fue clara.

“Decidí ser abogado desde que tenía 15 años, aunque confieso que ser penalista no era parte de mi sueño, cuando, como espectador del futuro, me veía como maritimista, crecí y me rodeó el mundo de los barcos y las navieras…”

Hoy conoceremos a Luis Carlos Gómez, joven, talentoso, abogado, estudioso incansable, esposo y feliz padre.

Luis Carlos, nació en la provincia de Colón en donde estudió hasta la secundaria y culminó como alumno destacado que, entre la biología y la filosofía, mantuvo siempre un roce con la música.  Al finalizar el bachiller, parcialmente emigró a la ciudad de Panamá a iniciar sus estudios en Derecho.  Hoy día ostenta el título de Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas, egresado de la Universidad de Panamá con puesto de honor, también efectuó estudios superiores en Inglaterra, España y Panamá, lo que resume su actual hoja de vida en la participación de varios cursos y seminarios, obtención de 4 diplomados, 4 postgrados, 2 maestrías y es doctorando de estudios en Derecho Constitucional; como extra, decidió experimentar otro estudio de licenciatura, obteniendo su segundo título de Licenciado en Contabilidad, otorgado por la Universidad Especializada del Contador Público Autorizado.

“Mi motivación para ser abogado fue quizá la inclinación natural de reconocer a cada quien lo que se merece.  Ser siempre justo.  Hoy sé que la justicia no es ni tan clara ni tan fácil de entregar a quién la necesita, y no está tan accesible como debiera.  Con mi trabajo esforzado me ha costado lograr mostrarla, probarla y cuando se trabaja con estructuras sociales no tan evolucionadas, la justicia se dilata en trámite, tornando los esfuerzos por alcanzarla, en actos casi heroicos, pero que se deben hacer.”

Caminamos un poco en los zapatos de Luis Carlos y conocimos los andares del padre de dos hermosas florecitas, Rosa Ma. y Camelia Ma., esposo de Mildred de Gómez, hijo de Ligia Rudy de Gómez y Carlos Gómez, experto penalista, quien nos compartió lo siguiente.

En palabras como puedes describirte. 

No hablo mucho de mi, creo que esto me costará un poco.  Si hago un esfuerzo por condensar creo que elegiría: Enfocado, Estudioso y Optimista.

¿En qué momento la ruta en la carrera de abogado se enfocó más en lo penal y por qué?

Antes de terminar la carrera, laboraba en la Defensoría de Oficio de Colón donde se desarrolla la defensa penal para personas de bajo recursos, en esos tiempos, recuerdo viajar todos los días desde Colón hasta Panamá, para completar la licenciatura.  Terminada la carrera en Derecho, realizo mi primer postgrado y casi de inmediato me traslado al Reino Unido a estudiar mi primera maestría en Derecho Marítimo en 2004, aprovecho y hago un postgrado en penal en España.  Cuando retorno a Panamá, me incorporo como abogado en la Procuraduría General de la Nación, en donde previamente ya había laborado ad-honorem; ahí, me nombran como un abogado asesor de la Procuradora Ana Matilde Gómez (no somos familia) donde, junto a un excelente equipo de trabajo, todos actuales distinguidos profesionales, adquiero mayores conocimientos y experiencias en diversas temáticas, siendo la más importante la materia penal, siempre combinándolo con los otros estudios superiores que de tiempo en tiempo realicé.  Quizá allí empezó el encanto por la técnica jurídico penal, pero se mantenía el deseo de litigar privadamente.  Frente a ese deseo, dejo atrás el servicio público y empiezo a involucrarme en diversas áreas del litigio, las cuales mientras incursionaba, paralelamente crecía la referencia de haber trabajado a nivel de la Procuraduría y es ahí donde las personas empiezan a contactarme y solicitan mis servicios por controversias penales que enfrentaban.   Sin dejar de lado la práctica en otras jurisdicciones, creo que esa fue la razón por la que la mayor parte de mis trámites y litigios son penales, lo que me ha exigido más estudio en esa dirección y desde luego más preparación. También hay un elemento de contacto humano y social que se desdobla mejor cuando las causas que se libran están fundamentalmente concentradas en la posibilidad de pérdida u obtención de libertad que, aparte de la alta sensibilidad que involucra, le da un significado importante a mi trabajo diario. 

Dentro de tu carrera qué momento podrías decir que ha marcado tu vida profesional.

Sin lugar a dudas hay varios momentos, pero específicamente puedo referir a un caso en particular que marcó un antes y un después. Hace un par de años, un compañero de toda la vida fue asesinado de una forma que, sin hacerme vocero del sentir ajeno, sé que estremeció a todos los que le conocimos y en ese momento, quizá sin mayores elucubraciones le ofrecí a su familia asistirles en lo que pudiera. Mi oferta no era un compromiso vacío, desde luego, pero tampoco tenía idea de cuánto impacto tendría en mi lidiar con el drama emocional de tener lazos tan cercanos con la víctima, de conocer los detalles tan desgarradores de la crueldad humana, de las peripecias legales que fueron necesarias para al final respirar la justicia y desde luego la absoluta satisfacción del deber cumplido, la felicidad a media asta de los parientes que, habrían mil veces preferido no tener que perder a un ser querido para ver a la justicia, y en contraste, el deterioro social de los valores, lo que me hace poner en perspectiva la educación que les doy a mis hijas y lo que espero alcanzar con mi trabajo como parte de esta sociedad.

Hablando de tu familia, ¿Cómo haces el balance de tu vida profesional y tu vida personal?. 

Es complicado, pero posible.  Creo que la gran ventaja es que mi esposa también es abogada, aunque labora en el sector público, comprende lo que es el litigio y las dificultades que de todo tipo uno experimenta.  Mis hijas, entienden que su papá siempre anda en audiencias, trabajando y leyendo mucho (como dicen), pero saben que se esfuerza para ser un papá presente y que también está muy pendiente de verificar sus matemáticas, el inglés, el español, la clase de piano, el violín, etc.  Soy muy familiar, es lo que aprendí y trato de poner siempre énfasis y atención en mi familia.

¿Qué es lo que más deseas?   Que Dios sea tan bondadoso conmigo y me permita ver a mis hijas crecer y ser felices.