Penny Henríquez
Asesora de Etiqueta, Imagen y Protocolo, para Selecta.
Para que un negocio tenga éxito, son muchos los elementos que entran en juego:
La imagen, los productos, los precios, la atención al usuario, el personal y otros.
Todos ellos tienen un rol en la cadena del desempeño diario, y dentro del personal, el papel de mayor importancia a pesar de que pocos lo aprecien así, es el de la Recepcionista.
Generalmente antes de visitar un negocio para buscar un producto o servicio, llamamos por teléfono para informarnos.
Y es allí en donde la Recepcionista puede impulsar una venta o empujar al cliente hacia la competencia.
La negociación puede entrar y seguir hasta los canales correctos, o se puede ir al traste y terminar en el negocio de al lado.
La recepcionista ideal:
*Debe transmitir una buena imagen: seria, formal y cercana.
*Conocer todos los productos de la empresa y las promociones vigentes en el momento.
*Contestar con prontitud y entusiasmo, con una sonrisa que no se ve, pero se siente.
*Buenos días, con mucho gusto, por favor y gracias, son expresiones que debe usar con frecuencia a lo largo de su jornada.
*Cuando le pidan a una persona o un departamento, no comunicar sin decir antes “un momento por favor” o algo similar, porque si la transfiere sin decir nada, quien llama creerá que la llamada se cortó, que se fue la luz ¡o que usted se desmayó!
Tendrán que llamar nuevamente… o buscar en otro lado.
La calidez humana, la inmediatez en la respuesta y una atención esmerada son las mejores herramientas que tiene una recepcionista para desarrollar su labor de la mejor manera.
¿Y los prohibidos?
Nunca diga “No sabría decirle” (Frase mata negocios).
No mastique chicles mientras contesta.
No tutee a la persona que llama.
No conteste con carcajadas celebrando un chiste de un compañero mientras habla.
No pierda la calma.