Los seres humanos disponemos de un sofisticado mecanismo de la voz en donde las cuerdas vocales juegan un rol protagónico.
Para comprender este fenómeno, hay que comenzar por explicar que la voz se genera a partir de la vibración de las cuerdas vocales, cuando son tocadas por el aire que pasa a través de la laringe.
La afectación de la voz puede ocurrir en individuos de cualquier edad y sexo. Sin embargo, un grupo vulnerable lo representan las personas que emplean su voz como herramienta de trabajo.
Cantantes, docentes, teleoperadores, entre otros, utilizan su registro vocal de manera cotidiana y son un grupo sensible a padecer trastornos de la voz si no educan su función adecuadamente.
De la misma manera, con la aparición del COVID-19 y el uso obligatorio de pantallas y mascarillas, la sobreexposición de la voz ha incrementado la aparición de muchas disfonías entre la población en general.
La disfonía es un trastorno que afecta el timbre normal de la voz, produciendo lo que coloquialmente conocemos como ronquera.
Existen dos clasificaciones de las disfonías:
- Orgánicas: Cuando existe una lesión anatómica en los órganos que intervienen en el proceso de la fonación.
- Funcionales: Producidas por el abuso o trastorno en el acto vocal, sin que exista alguna lesión en los tejidos que intervienen en el proceso.
Síntomas
Entre los síntomas de la disfonía podemos listar los siguientes:
- Carraspeo.
- Tos.
- Sensación de falta de aire al hablar.
- Molestias al tragar.
- Dolor de garganta de moderado a leve.
Causas de la disfonía
- Consumo de alcohol y tabaco. Estas sustancias son irritantes de la mucosa laríngea, lo cual dificulta la movilidad de las cuerdas vocales.
- Exposición al ruido. Cuando el sonido ambiental es muy alto, nuestra respuesta automática es elevar el tono de voz; un reflejo que afecta directamente las sensibles cuerdas vocales.
- Condiciones psicológicas. Las personas nerviosas, emotivas, ansiosas o que sufren de hiperactividad, pueden alterar el tono de su voz de manera involuntaria.
- Infecciones crónicas rinofaríngeas o pulmonares. Puede darse una extensión del proceso infeccioso hacia la laringe.
- Desempeño profesional. Las personas que emplean su voz diariamente como parte de su trabajo, pueden llegar a sufrir alteraciones por sobreesfuerzo.
- Hipoacusia grave. La dificultad para apreciar las cualidades de su propia voz, produce una tendencia a elevarla en demasía.
- Tumores no cancerosos: pólipos, nódulos o quistes en las cuerdas vocales
- Tumores precancerosos y cancerosos.
- Otros factores individuales. Inspirar constantemente por la boca de manera incorrecta, una articulación vocal deficiente y forzar la voz a tonos graves o agudos; son el escenario perfecto para la disfonía y afonía.
- Otros factores externos. La falta de humedad ambiental, el exceso de polvo, exposición al humo, entre otros, son aspectos que pueden provocar irritación de la garganta, voz disfónica y afónica.
Diagnóstico:
Indiscutiblemente cualquier problema de la voz que persista más allá de 20 días, debe ser valorado por un especialista en otorrinolaringología.
En cualquier caso, el especialista llevará a cabo una evaluación y exploración física antes de establecer un diagnóstico de disfonía, que en general es un trastorno benigno que no produce grandes complicaciones ni implica cirugía.
Por esta razón, el tratamiento por excelencia para la voz disfónica consiste en:
- Reposo de las cuerdas vocales.
- Dejar de fumar en caso de hacerlo.
- Evitar los susurros y los tonos elevados.
- Mantener la garganta bien hidratada.
- Tratamiento de alergias, si es la causa de que se esté produciendo mucha mucosidad en la garganta.
- Medicamentos. Dependiendo de la causa de la causa, se pueden administrar medicamentos para reducir la inflamación o tratar el reflujo gastroesofágico.
- Cirugía en los casos que aplique.
Si estás presentado algunos de los síntomas característicos de la disfonía, no dudes en agendar una cita para realizar la evaluación y diagnóstico oportuno.