“No creo en los golpes del destino, la historia de cada uno está escrita, yo creo que tu momento es tu momento y mi momento era éste”.

Conversación desde el alma.

Más espiritual, una segunda oportunidad.

Más de 20 años en la música, con una voz única se descubre ante Selecta Magazine, Ingrid De Ycaza, en una tarde como pocas en nuestras oficinas, donde disfrutamos una conversación desde el alma, donde nos mostró a la artista, la mujer, madre y esposa, pero sobretodo, el gran ser humano.

En un “jamaqueo de la vida”, Ingrid tomó las riendas de aquello que había dejado de lado, por una o por otra excusa, y decidió hacer todo aquello con lo que soñaba, siempre acompañada de las personas más importantes en su vida: su familia.

Perfeccionista y obsesiva, inteligente y talentosa, en su cumpleaños número 40, nos sorprendió con ¡Todavía No!, una hermosa canción, compuesta por Noel Schajris y Ximena Muñoz, la cual canta con el corazón, con esa voz privilegiada que cautiva.

SM: ¿Un sencillo, una nueva etapa?
IDY: ¡Todavía No! surge en un momento en el que yo quise poder hacer todas las cosas que iba posponiendo a lo largo del camino, porque aparecen otras cosas en la vida como los hijos, la familia, una casa nueva y te sumerges en los compromisos y de pronto te das cuenta que vas dejando de lado lo que antes era una prioridad.

inPara mi la música es la pasión más grande que tengo. Siento que si tu no vives amando lo que haces nada tiene significado en la vida, realmente tienes que amar lo que haces y disfrutarlo porque eso, es lo que va a hacer la diferencia de ti dentro de un círculo. Entonces vivía posponiéndolo, y me decía mañana, después, mejor de aquí a fin de año, mejor el otro año… y así se iba pasando el tiempo, hasta que lamentablemente o afortunadamente pasas por situaciones tan difíciles en la vida que te ponen entre la espada y la pared y tu dices o lo hago ahora o no lo hago nunca, y yo siento que Dios te da como jamaqueos, para que reacciones.

SM: ¿Fue entonces que reaccionas al don que Dios te dio?
IDY: Pienso que los talentos en las personas son como una especie de angel que Dios pone en ti, yo no soy muy religiosa pero soy muy espiritual y si creo mucho en la energía y en que Dios forma parte de mi vida, porque forma parte de mi vida. Entonces, me enfoco en que los dones son para utilizarlos, el don no es gratis, es para que tu veas si quieres hacer algo con él, el don es una responsabilidad y yo tengo la responsabilidad de hacer música con la voz que se me dio y con el sentimiento a la hora de cantar.

Estamos hechos para transmitir mensajes, para llevar esperanza, para llevar una anécdota, para contar historias de vida, para compartirlas y que la gente se sienta también identificada contigo, entonces así nace ¡Todavía No!, después de haber pasado por una situación de salud, y haber perdido a mi papá. Casi pierdo la voz, por suerte ya estoy como nueva, como si no hubiera pasado nada, pero fue una segunda oportunidad y dije: pues todavía no y arrancamos de vuelta.

SM: ¿Hay otros temas?
IDY: Esta es la primera de muchas canciones que espero que vengan, hay algunas de mis composiciones que estamos esperando trabajar pronto, hay una que ya está sobre la mesa. Yo estoy dedicándole todo el tiempo a ¡Todavía No!, porque siendo la primera canción de tantas creo que se merece su espacio, su momento y su respeto, pero este es el principio de muchas y ya empezamos con esta composición de Noel Schajris, ex Sin Banderas, excelente cantante y artista que respeto muchísimo, junto con la colaboración de Ximena Muñoz, quien compone el tema junto a él.

SM: ¿Cómo fue la grabación del tema?
IDY: El día que tenía que grabar la maqueta del tema, estaba súper ronca de cansancio, pero tenía que hacer la voz guía para que pudieran trabajar la canción.

Para ese momento estaba sensible, triste y muy sentimental porque se cumplían 5 años desde la partida de mi papá. Como era la voz guía, no le metí mente a como iba a sonar y me entregué al sentimiento, me conecté con el tema y luego de escucharla Enrique Santamaría, mi mejor amigo y Enrique Becerra, productor, me dicen: “Ingrid esa es la voz”. Me dejé guiar, y la voz de mi canción final es la voz que se grabó para la maqueta, es la que tiene todo el ´feeling’, la que canté desde del alma.

SM: Cuéntanos de ese jamaqueo de la vida.
IDY: Yo era una persona antes de ciertas cosas y después de ciertas cosas, todo marcó un hito. La pérdida de mi papá fue muy fuerte para mí, porque fue algo repentino, mi papá no estaba enfermo y de hecho todos bromeábamos en la familia porque mi papá tenía 60 años y parecía como de 45 y le decíamos: papi nos vamos a morir todos y tu todavía vas a estar allí y fue de la nada, fue algo muy repentino y muy duro, yo siempre fui la niña de papi. Mi papá para mi era todo, cantaba como yo, teníamos muchas cosas en común. Eso me marcó muchísimo, fue muy doloroso pero a la vez vi de una manera muy dura que cuando la gente se va el mundo sigue, o sea nada cambia, entonces para que cuando tu te vayas quede algo aquí, tienes que haber hecho algo muy grande. Y puedo encontrame a la gente que me diga yo conocí a tu papá, que maravillosa persona, tu papá me ayudó a esto, de él aprendí esto y eso me llena, porque de igual manera yo cuando me vaya, tengo que dejar algo y eso es lo que estoy haciendo ahora.

SM: Tuviste una crisis en tu salud, ¿qué rescatas de ese momento tan duro?
IDY: Estuve tan cerca de poder perder la vida el año pasado. Salía de misa un domingo y dijimos vamos a almorzar y después bueno me intoxiqué y quedé en el hospital y yo decía que era algo leve, no pasa nada me voy para mi casa. Y de una salmonella y muchos estudios y me dicen: tienes neumonía, te entuban e inducen un coma, pasas 5 días dormida y 15 días en el hospital. Uno planifica tantas cosas, ese día recuerdo que le dije a mis hijos: voy al hospital rapidito, voy a ver a papá, porque mi esposo fue el primero que se sintió mal y ya vengo, y no regresé hasta 15 días después, y al regresar me dijeron – mamá me dijiste que ya venías – o sea, esas cosas te parten el alma. Ahora cuando me despido de mis hijos todos los días, me despido siempre con la posibilidad de no volver porque siempre debe ser así con lo que haces, las veces que te levantas y vas a trabajar, con la comida que disfrutas, así mismo la vida se te va en un segundo y esa experiencia me cambió para bien. Y me dije, ahora sí voy a cantar y no vo y a dejar de cantar.

SM: ¿Sientes que estar en la televisión ha ayudado en tu carrera?
IDY: La Tv fue una gran oportunidad, una universidad para mí, un aprendizaje. Definitivamente, para bien o para mal, de ambas formas, la Tv hace que te conozcan. Si llevas tu vida en orden, la Tv no tiene por qué ser un obstáculo, sino una herramienta para poder conectar con el público y la gente te ama o te odia, o ama odiarte.

SM: ¿Quién es Ingrid, la mamá?
IDY: Me enfoco como mamá en estar para mis hijos, todos los años le tomo una foto el primer día de clases y el último día de clases en un mismo lugar y ahorita comparé su foto con la de la primera vez que la llevé a la escuela en I grado y casi muero. Te das cuenta de la cantidad de años que han pasado y piensas en lo que pude hacer y lo que no, y también vi, todo el tiempo que he estado con ella durante estos años y eso te pega muy duro. Soy muy trabajadora y trabajo muy duro, pero estar para mis hijos no es negociable, mi familia siempre tiene que estar involucrada.

SM: Cuéntanos de esa rutina de belleza.
IDY: Me encanta maquillarme, pero me maquillo para mi. Tengo mi ritual, soy de piel seca, así es que me pongo aceite de almendras natural, mi splash, perfume, la crema hidratante para cara, para manos, me gusta cuidarme. Aunque no reciba visitas me arreglo, lo disfruto En las noches amo desmaquillarme, me paso algodones con agua miscelar, me quito el maquillaje de los ojos, me limpio la cara y utilizo cremas hidratantes, aromaterapia para la almohada, me gusta hacerme las uñas y me dedico tiempo para mi. Mi esposo es feliz y somos súper buenos amigos, compartimos
y hablamos mucho, repetamos cada uno el espacio del otro, ¡es lo mejor que hay!

SM: ¿Qué es lo más importante en la vida de Ingrid?
IDY: ¡Vivir! Disfrutar de todo lo que hay, podría decirte que mis hijos pero algún día se van a ir y obviamente, mi familia nunca va a dejar de ser importante, eso está sobreentendido. Para Ingrid, como tal, vivir es lo más importante, cuando estuve en el hospital, una enfermera me dio un paseo y nunca olvidaré la sensación del viento en la cara y el calorcito del sol, porque estuve 15 días en el hospital sin saber si era de día o de noche. En ese momento te pones en el lugar de las personas a las cuales les falta algo y nosotros lo tenemos todo y nos quejamos, por ello, para mí lo más importante es vivir, vivirlo todo, saborear mi comida, salir a la playa, disfrutando cada etapa.

SM: ¿Cuál es tu mayor satisfacción como artista?
IDY: Tengo la bendición de hacer lo que amo, no necesito premios para hacer lo que me apasiona. Cuando salgo y recibo los aplausos y cuando me mencionan lo del feeling a la hora de cantar, digo que lo estoy haciendo bien. Si lo haces y no lo sientes no sirve, eso siempre me lo decía mi abuelo y me retumba en mi cabeza “Haz lo que puedes con lo que tienes en donde estás”, “no esperes a tener el momento perfecto porque entonces no harás nada”. Allí aprendí que mi negocio soy yo, mi trabajo soy yo y mi jefa soy yo. Puedo hacer muchas cosas con el don que Dios me dio y con las cosas que he aprendido y estudiado, pero mi premio más grande en la vida es el aplauso de mi gente, sean 10 o miles de personas que me escuchan.

SM: Y, ¿qué hay de ese sueño como artista?
IDY: Tengo miles de sueños artísticos, pero creo que es poder estar en un lugar muy lleno, yo me veo como Freddie Mercury en el Wembley Stadium para el Live Aid, llegar a vivir eso, y que la gente te haga el coro de las canciones contigo, que tanta gente esté para ti prestándote atención, y que tu digas ‘eeooo’ y te respondan. Creo que cualquier artista es lo que quiere vivir, porque no hay nada que te alimente más que el ‘feedback’ de la gente.

SM: ¿Este es tu momento?
IDY: No creo en los golpes del destino, la historia de cada uno está escrita, yo creo que tu momento es tu momento y mi momento era éste. Lo difícil de hacer arte en general en Panamá es la poquita cantidad de personas que somos, porque aunque todos te compren un disco jamás lograrás hacer lo que hace Luis Miguel en México. Por eso miro con luces largas, esperando que no solo se escuche el tema aquí. Alguien me dijo que estaba loca haciendo baladas en un mundo de música urbana, y le digo que cada vez que voy a un concierto de baladistas está lleno, porque la gente la necesita porque ya no tienen donde escucharlo, y este es mi momento.