¿Cuál fue su primer impresión al saber que sería papá?
GS. Cuando me enteré que iba a ser papá lo tomé con mucha felicidad, justo estaba en un mundial de surf en Costa Rica cuando me dieron la noticia, estábamos muy ilusionados, nerviosos y sobre todo, felices. Solo me pasaba por la mente que todo estuviera bien.
SM/ ¿Qué recuerda de su infancia, qué diferencia notoria hay en este tiempo?
GS. De infancia recuerdo compartiendo con amigos, otro tipo de juegos que ya se han perdido (la lata, escondidas, etc.). Hoy, la tecnología ha tomado ese rol, los jóvenes modernos están inmersos en sus tabletas, pero hay que tratar de educar a los niños enseñándoles lo importante, que es poder compartir con la naturaleza, cuidar de ella.
Además, tratar de estar el mayor tiempo posible fuera de los aparatos que les consumen su tiempo e incentivarlos a hacer deportes.
SM/ ¿Qué frase recalcaban tus padres, que recuerdas y se la inculcas a tus hijos hoy?
GS. Mi mamá, fue madre y padre para mí, nos educó de una forma abierta, nos decía lo bueno y lo malo de una manera directa y nos daba su confianza, eso sí, menos quedarle mal o fallarle, esa fue una muy buena enseñanza para mi, porque me dio mucha responsabilidad.
SM/ ¿Qué legado dejarás a tus hijos?
GS. Lo principal es enseñarle los valores. Ante todo, el respeto para los demás, que sean niños buenos y humildes, y que sepan valorar el esfuerzo que, como padres, hacemos para que sean excelentes seres humanos.