La eyaculación precoz es un problema que afecta alrededor del 30% de la población masculina sin distingo de edad. Esta patología se presenta cuando no es posible controlar la eyaculación a voluntad, sobreviniendo la misma antes de tiempo, apenas se lleva a cabo la penetración e incluso antes de que esta llegue a ocurrir. Es un problema que genera otras consecuencias, entre las más frecuentes, ansiedad, estrés y problemas de pareja. Cuando el individuo se siente impedido para completar el acto sexual, puede conllevar a cuadros depresivos sabiendo que es una situación que se ha tornado recurrente.

Causas de la eyaculación precoz

Para dar una explicación más precisa, la condición se presenta cuando el cerebro responde a los estímulos sexuales de una manera acelerada. Entre los factores que pueden influir para que esto ocurra se encuentran:

• Factores Psicológicos: La ansiedad, miedo al fracaso, falta de experiencia sexual, depresión, inseguridad, entre otros, pueden provocar una alteración involuntaria que puede ser casual, pero que debe ser estudiada si se determina su recurrencia.
• Infecciones Urinarias: Cuando estas no son tratadas oportunamente y de manera adecuada, irritan y sensibilizan los conductos del pene.
• Fármacos: Algunos medicamentos pueden acelerar el sistema nervioso central, provocando alteraciones en los estímulos que emite el cerebro.
• Otras enfermedades: La diabetes, hipertensión u otro problema cardiovascular que genere afectación en la capacidad de erección; pueden predisponer la aparición de eyaculación precoz en el varón.

Diagnóstico
Para iniciar con la detección, el especialista deberá realizar preguntas sobre el comportamiento sexual y el tiempo que viene manifestándose el problema. Otros estudios que es posible realizar son los siguientes:

• Es probable que se realice alguna prueba física e incluso que se llegue a inducir una erección para comprobar el comportamiento.
• A través de análisis de sangre es posible determinar si existe alguna deficiencia hormonal o posibles infecciones, por lo que es posible que el especialista solicite estos exámenes para descartar esta causa.
• Las pruebas de imagen también pueden ser solicitadas cuando existen sospechas que apuntan a ciertas glándulas o estructuras internas, entre ellas la próstata.

Tratamientos

Existen diferentes opciones de tratamiento que también varían según el origen de la condición:

• Los ejercicios de suelo pélvico o Kegel, tienen buena aceptación en cuanto a su grado de efectividad.
• Las terapias hormonales son otra alternativa que en muchos casos resulta bastante efectiva cuando se determina que la causa proviene de un déficit.
• La terapia psicológica, que idealmente debe realizarse en pareja, la cual consiste en una serie de visitas al psicólogo, de manera que se pueda trabajar conjuntamente la atención del problema.
• También es posible aplicar tratamiento con fármacos, los cuales ayudan a regular el reflejo eyaculatorio.
• Una última opción que es considerada cuando no se obtienen resultados favorables con ninguno de los métodos anteriores es la cirugía, la cual permite al individuo recuperar considerablemente su control eyaculatorio, pero que debe ser debidamente orientada y sugerida por su médico tratante.

Si estás presentando esta condición, es indispensable acudir al urólogo para realizar el diagnóstico e iniciar con el tratamiento adecuado, según sea el caso.