Según el historiador frances Jean Pierre Vernant (1914-2007) en cierto punto de la
evolución de la antigua Grecia, los reinos micénicos regidos por el Anax, el príncipe
todopoderoso que decidía unilateralmente cada uno de los aspectos de la vida
social, económica y política del reino, sufren un transformación radical que
desemboca en la creación de la polis. En la polis, particularmente en Atenas, surge
por primera vez la palabra democracia, con la cual se trata de definir un sistema de
gobierno en el cual las decisiones ya no son tomadas por un solo individuo investido
de una autoridad total;sino que las mismas recaen sobre un consejo de ciudadanos
que se reúne en el ágora para debatir y decidir entre todos el mejor rumbo para la
ciudad. La democracia se constituye así, en el gobierno del pueblo.
En este tiempo, en que a diario nos llegan noticias de las diferentes guerras que se
libran en distintas partes del globo a causa de los intereses de unos pocos; parece
urgente recordar que la democracia surge como una legítima alternativa de gobierno
en contraposiciôn a los regímenes autoritarios que, en todas las épocas de la
humanidad, han generado sufrimiento en los pueblos y destrucción en la
naturaleza. Basta recordar la experiencia del nazismo, las dictaduras
latinoamericanas de los años 80, la devastación de la amazonía a manos de un
gobierno supuestamente democrâtico, entre otros lamentables ejemplos de
autoritarismo.
Hoy por hoy, la democracia, a pesar de sus imperfecciones, sigue siendo el cofre en
el cual se atesoran los más bellos ideales de la especie humana: igualdad, justicia y
libertad.
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