Dra. Heidi Saavedra Pérez
Médica Psiquiatra y Sexóloga
Inicia el 2024, y cada nuevo año trae olor a oportunidades y esperanzas renovadas. Nos llenamos de optimismo y establecemos metas, que generalmente no llegamos a alcanzar, ya que la mayoría de las personas no se logran organizar o establecen metas muy grandes, o muchas metas.
El establecimiento de metas es una poderosa herramienta para orientar nuestros esfuerzos y dirigir nuestra energía hacia lo que más valoramos. Sin embargo, la clave no radica solo en establecer metas, sino en ejecutar un plan de acción para su consecución.
La mayoría de los seres humanos tienen una visión de vida ideal, pero no todos tienen claro como llevarlo a cabo, y no todos tienen una visión de vida ideal global. Muchas veces se enfocan en uno o dos aspectos de su vida, descuidando los demás.
Dentro de las nuevas metas del 2024 deben ser fijadas metas que abarquen la salud y la condición física, metas intelectuales y de estudio, metas en el área emocional, metas sobre tu carácter y personalidad, metas espirituales, metas en el área sentimental, metas en el área familiar, metas financieras y laborales, metas en el área social y metas en la calidad de vida.
Se puede pensar que son muchas metas, sin embargo, no debemos olvidar que somos seres físicos, emocionales y espirituales y por lo tanto debemos nutrir y crecer en todos estos aspectos.
¿Cómo empezar?
Toma un cuaderno, una libreta o la forma en que te sientas más cómodo y haz lo siguiente:
1. Evalúa el 2023 y reflexiona sobre él: ¿Qué logros alcanzaste? ¿Qué desafíos enfrentaste y cómo los superaste? ¿Qué aprendizajes obtuviste de esas experiencias?
2. Establece metas claras y alcanzables: Las metas deben ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo definido. Esto ayuda a trazar un plan de acción con pasos concretos para lograrlas.
3. Diversifica las metas: La diversificación permite un equilibrio en diferentes aspectos de la vida, como salud, relaciones, crecimiento personal y profesional.
4. Sé flexible: Aunque es importante establecer metas, también es esencial ser flexible. La vida está llena de imprevistos y cambios inesperados, por lo que la capacidad de adaptarse y ajustar las metas es fundamental.
5. Celebra tus progresos: Reconoce y celebra cada avance, por pequeño que sea, de ese modo podrás mantener la motivación y el impulso hacia las metas finales.
Se recomienda tener a mano este cuaderno para poder ir evaluando tu progreso, e ir dando seguimiento a tus metas y establecer si lo vas a hacer de forma semanal, quincenal, mensual, etc.
Te doy un ejemplo:
Metas 2024
Salud y condición física: Meta específica: Bajar 15 libras en tres meses. Esta meta es alcanzable, medible y tiene un tiempo. De allí, elaboramos el cómo. Haré ejercicio 4 veces por semana, con sesiones de 45 minutos. Definir tipo de ejercicio. Cada 15 días me pesaré y tomaré medidas para evaluar progreso.
En Salud, me comprometo a hacerme todos los chequeos médicos necesarios. Ejemplo: laboratorios en enero, visita al ginecólogo/urólogo en febrero, programar exámenes como Papanicolau, mamografía, densitometría ósea, etc.
Comprometerse a tomar más agua y comer más vegetales. Disminuir el azúcar. Y aquí también lo hago de forma específica y medible. Existen apps que ayudan a medir el progreso, programan menús, miden calorías, etc.
Y de esta forma nos vamos organizando. No significa esto que todos los días vamos a tener que estar cumpliendo metas en todas las áreas, pero sí saber que, entre nuestras metas, por ejemplo, en el área social, me comprometo a llamar a mis amistades, a tener dos o tres salidas al mes, visitar con más frecuencia a los padres, o puede ser también, salir menos los fines de semana y dedicarlo más a la familia.
Adapta tus metas a tus deseos y necesidades y ve dando pequeños pasos que te llevaran a materializarlos.
Dentro de tus nuevas metas me gustaría recordarte la importancia de la salud mental y de la salud sexual, por lo que procedo a darte algunas recomendaciones sobre estos temas.
Metas para la Salud Mental:
Prioriza el autocuidado:
Establece una rutina que incluya actividades que nutran el bienestar mental. Esto puede abarcar desde la meditación y la práctica de mindfulness hasta el ejercicio físico regular, la alimentación balanceada y la gestión del tiempo para el descanso.
El ejercicio físico regular está asociado con la liberación de neurotransmisores y hormonas que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés. Se recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana.
El sueño es crucial para la salud mental y física. La falta de sueño puede afectar el estado de ánimo, la cognición y la capacidad para manejar el estrés. Se recomienda entre 7 a 9 horas de sueño por noche para adultos.
Una dieta equilibrada y nutritiva es esencial para el funcionamiento óptimo del cuerpo y la mente. Consumir alimentos ricos en nutrientes, vitaminas y minerales es fundamental para el bienestar general.
Aprende a manejar el estrés:
Establece metas concretas para aprender técnicas de manejo del estrés, como la respiración consciente, la terapia cognitivo-conductual, la atención plena, la meditación, la digitopuntura.
La práctica de técnicas de respiración consciente, como la respiración diafragmática o la relajación progresiva, pueden calmar el sistema nervioso y reducir la respuesta de estrés.
La aplicación de terapia cognitivo-conductual (TCC) es eficaz para identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos que contribuyen al estrés crónico, promoviendo estrategias de afrontamiento más saludables.
Las técnicas de digitopuntura o tapping, también son herramientas valiosas para disminuir el estrés y la ansiedad.
Mantener relaciones significativas y contar con un sistema de apoyo fuerte puede ayudar a reducir el impacto del estrés. El apoyo emocional puede mitigar el impacto negativo del estrés en la salud mental.
Fomenta las relaciones saludables:
Fortalecer relaciones significativas y positivas es vital para la salud mental. Establece metas para conectar más profundamente con amigos y familiares. Buscar apoyo en grupos de ayuda puede ser un objetivo valioso, si estás en relaciones de abuso, violencia, dependencia a alcohol o drogas.
Buscar ayuda profesional si es necesario:
Reconocer la importancia de la salud mental es el primer paso hacia el bienestar. Establece metas para buscar ayuda profesional, ya sea a través de terapia, asesoramiento o consultas con psiquiatras.
Metas para la Salud Sexual:
Prioriza la educación sexual:
Aprende sobre sexualidad de manera informada. Establece metas para educarte a través de la lectura, seminarios, talleres o consultas con profesionales. Una buena educación sexual puede contribuir de manera significativa a mejorar tu vida sexual.
Mejora la comunicación en las relaciones íntimas:
Establecer la comunicación abierta y sincera en las relaciones íntimas es esencial para el bienestar sexual. Fijar metas para hablar abiertamente con la pareja sobre deseos, límites, fantasías y preocupaciones promueve la confianza y la intimidad en la relación. Esto puede mejorar la satisfacción sexual y la conexión emocional.
Autoexploración y autoconocimiento:
La autoexploración permite descubrir preferencias, zonas erógenas y necesidades sexuales. La autoexploración y comprensión de los propios deseos y preferencias son fundamentales para una sexualidad satisfactoria. Establecer metas para explorar y descubrir nuevas facetas de la sexualidad personal puede ser enriquecedor. Esto facilita la comunicación con la pareja y promueve una sexualidad más satisfactoria.
Disfrute del juego previo:
El juego previo es esencial para una experiencia sexual placentera. Dedica tiempo a explorar, acariciar y estimular diferentes zonas erógenas antes de la penetración. Esto aumenta la excitación y la conexión íntima.
Prioriza la salud sexual:
El autocuidado en la esfera sexual es tan importante como en cualquier otro aspecto de la salud. Realiza prácticas sexuales seguras y evita las enfermedades de transmisión sexual con el uso adecuado de métodos anticonceptivos.
Realiza Consultas regulares con profesionales de la salud:
Realiza chequeos regulares con un médico especializado en sexología y con médicos ginecólogo/urólogo para detectar y abordar cualquier preocupación o problema de salud sexual. Estos profesionales pueden proporcionar orientación experta y resolver dudas.
Priorizar la salud sexual no solo implica la ausencia de enfermedades, sino también el bienestar físico, emocional y relacional en la esfera sexual. La integración de estos consejos y prácticas puede contribuir significativamente a una vida sexual más satisfactoria y saludable.
El establecimiento de metas en salud mental y sexual para el 2024 es un compromiso con uno mismo hacia una vida más equilibrada y satisfactoria. A través del autocuidado, la educación, la comunicación y la búsqueda de ayuda profesional cuando sea necesario, podemos encaminarnos hacia una vida más plena en estas áreas fundamentales de nuestro bienestar.
Dra. Heidi Saavedra Pérez
Hospital Pacífica Salud, consultorio 322
@drasexologapanama