O dicho de otra manera Perestroika y Glasnost fueron dos aspectos históricos de Mijaíl Serguéyevich Gorbachov, el hijo de unos granjeros que pasó a ser el último jefe de estado de la Unión Soviética, la nación más poderosa del viejo continente desde 1945 hasta 1991, representando un antes y después.
Todo se trató de mayor apertura política y económica a las naciones que estaban bajo la conocida cortina de hierro incluyendo más espacio a la libertad de expresión y prensa.
La URSS de esta manera dejó de ser un país cerrado con occidente e inició a tener un mejor acercamiento con líderes como Margaret Hilda Thatcher, Ronald Reagan y George Bush, padre. Esta política permitió tratados de reducción de armas.
Con los Estados Unidos la Unión Soviética se llegó a Tregua de Malta o también conocida como la Cumbre de Malta, que permitió, que las dos superpotencias de la época redujeran tendencias durante la era de Bush.
Otros de los legados fueron el fin de la Guerra Fría, que eliminó el bloque socialista, la caída del Muro de Berlín que fue el corte de cinta para la reunificación de Alemania.
Un punto de inflexión que llegó de su mano fueron las elecciones libres en que resultó ganador, pero, en las que lograron vencer líderes disidentes.
El Premio Nobel de la Paz en 1990 se le otorgó por su esfuerzo en bajar el telón de la Guerra Fría y por hacer que el territorio alemán volviera hacer uno solo. Sus esfuerzos demostraron que se pueden terminar con barreras de acero a pesar de que también la presión vino de debajo de cierta manera.
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