La aromática albahaca

La albahaca se asocia de entrada con el sabor de la cocina mediterránea, si bien es originaria de la India, donde se suele consagrar a la deidad de Vishnu es empleada a fondo en la medicina ayurvédica.

La albahaca es una hierba aromática anual de la familia de las lamiáceas nativa de las regiones tropicales de África central y el sudeste asiático, se cultiva desde hace milenios.

Al igual que muchas palabras que empiezan por al-, la palabra albahaca o albaca viene del árabe (الحبق, al-habaqa), formada de la partícula ال (al = el o la) y palabra حبق (habaqa), nombre que le daban los árabes a las plantas aromáticas usadas en la cocina y medicina

La albahaca es una hierba anual, cultivada como perenne en climas tropicales, de crecimiento bajo (entre 30 y 130 cm), con hojas opuestas de un verde lustroso, ovales u ovadas, dentadas y de textura sedosa, que miden de 3 a 11 cm de longitud por 1 a 6 cm de anchura. Emite espigas florales terminales, con flores tubulares de color blanco o violáceo las cuales, a diferencia de las del resto de la familia, tienen los cuatro estambres y el pistilo apoyados sobre el labio inferior de la corola.

La albahaca (Ocimum basilicum) se asocia de entrada con el sabor de la cocina mediterránea, si bien es originaria de la India, donde se suele consagrar a la deidad de Vishnu y se emplea a fondo en la medicina ayurvédica, junto a la muy similar albahaca sagrada o tulsi. Fue traída a Europa por los griegos y ya en la antigua Roma se utilizaba para aliviar los gases. Es también un ingrediente insustituible de la rica cocina tailandesa y vietnamita.

Contiene un aceite esencial rico en estragol, cineol y eugenol, flavonoides y saponósidos. Se considera digestiva, aperitiva, carminativa y antiespasmódica.

Favorece la digestión disminuyendo los gases, la pesadez abdominal, la flatulencia y los calambres gastrointestinales. Alivia las náuseas y el mal sabor de boca.

Como diurético actúa frente a la retención de líquidos y la oliguria.

Suaviza la garganta en toses espasmódicas e irritativas.

Contribuye a calmar las jaquecas, sobre todo las de origen digestivo o hepático, y los dolores espasmódicos de la menstruación.

Se le atribuye asimismo el poder de estimular la producción de leche materna.

Además, es ligeramente sedante y se ha empleado para calmar los nervios y la irritabilidad.

A nivel externo se ha empleado como antiséptica, analgésica y cicatrizante sobre dolores artríticos y musculares, contracturas, heridas leves, eccemas, forúnculos y granos.

También se ha integrado en lociones y champús para fortalecer el cabello.

Su aceite esencial es un excelente relajante muscular y se aplica en áreas contracturadas y tensas, como cervicales, cuello, nuca o espalda. Se combina con aceite esencial de romero y aceite de almendras dulces y se aplica en masaje suave, dos veces al día.

La albahaca, combinada con otras plantas en infusión, puede prevenir las molestias propias de la digestión. Una excelente fórmula de herbolario contra gases y flatulencias es la que combina albahaca con plantas carminativas como el orégano, el poleo blanco y la manzanilla, a partes iguales.

Cómo prepararla: Se emplea una cucharada sopera rasa de la mezcla por vaso de agua. Se calienta el agua, se infunden las plantas durante cinco minutos y se cuela. Se toma después de las comidas principales.

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