En tiempos difíciles, cuando todos estamos obligados a quedarnos en casa, los médicos están forzados a estar fuera de ella para garantizar la salud y la sobre vivencia humana.
Cada 21 de mayo se celebra en Panamá el Día del Médico, una jornada en la que se rinde honor a todos los profesionales de la medicina quienes con vocación, civismo y un gran sentido de la sensibilidad social contribuyen diariamente a la atención sanitaria de la población del país.
Este día, donde también se celebran los avances en la ciencia y en la tecnología que facilitan el diagnóstico y tratamiento del paciente, y donde nos encontramos con un aciente más informado y que cada vez participa más en las decisiones relacionadas con su salud o su tratamiento, debe servirnos para reflexionar sobre qué cosas pueden mantenerse en los servicios de salud y cuáles deben cambiar dentro del quehacer del profesional médico para satisfacer las necesidades y expectativas de nuestros pacientes.
Este año es diferente, es de reflexión profunda y necesaria. Los hechos han tomado al mundo por sorpresa a causa del Coronavirus y su mortal Covid-19, a los sistemas de salud el mundo y a los nuestros que han sido puestos a prueba, han colapsado y han sido llevados a extremos inimaginables. Y nuestros médicos allí, silenciosos, sigilosos, esforzados y extenuados, con el corazón herido por la maldita pandemia. Solo ellos saben lo que es estar luchando, día y noche, sin descanso y arriesgando sus vidas.
Hoy los miramos desde lejos y desciframos su grandeza, su calidad humana y total entrega. Una profesión llena de nobleza, de héroes y súper héroes, que se han tomado esta lucha como suya y están al frente con la bandera en alto.
En estas cortas líneas queremos hacerles llegar a nuestros hombres y mujeres en el ejercicio de la medicina toda nuestra gratitud, una voz de aliento y con emoción desmedida expresarles que todo un país y sus habitantes jamás olvidarán la entrega, que en cuerpo y alma, han dado para combatir esta crisis.
Honor a nuestros médicos!