Si quieres decorar tu hogar siguiendo el estilo minimalista aquí te decimos qué debes tomar en cuenta.

Minimalista: Si quieres un estilo minimalista, lo primero que debes saber es que este estilo se basa en un lema concreto: menos es más.

Lo descrito anteriormente quiere decir que en esta decoración la elegancia se basa en mostrar espacios casi desnudos, con pocos muebles, pocos colores y pocos elementos decorativos.

Se apuesta por una decoración sencilla donde los muebles sean simples (nada de piezas recargadas o con diferentes colores) y donde abundan las líneas rectas.

Para ofrecer esta sensación de amplitud y limpieza, este estilo encaja a la perfección con espacios amplios, luminosos y altos.

El concepto barroco de exceso, de recargo o de colores es totalmente contrario al minimalismo que apuesta por estancias con tonos neutros, muebles sencillos y espacios semivacíos.

Para cumplir estos principios decorativos los colores básicos del minimalismo siempre serán tonalidades suaves con colores neutros y que tengan una monocromía entre todos los elementos que se hallan en el espacio. Es decir, si tienes las paredes blancas, los suelos de parqué y las cortinas blancas, opta por un sofá que sea crudo o marrón clarito y descarta la posibilidad de colores fuertes como rojos o lilas. El contraste entre el blanco y el negro es un hito de este estilo porque son dos tonos neutros que ofrecen estancias sobrias, elegantes y luminosas.

La selección de los muebles es vital para conseguir imprimir este estilo a tu hogar. Los materiales para el estilo minimalista más adecuados son la madera, el cristal, el aluminio y el acero. Se hace uso de materiales sencillos, lisos y bastante naturales. Aquí, te dejamos algunos de los más importantes: Madera: se utiliza muy especialmente para los muebles, aunque también puede introducirse en otros recubrimientos como las paredes o los suelos, por ejemplo. Si hace unos años el estilo utilizaba muy especialmente los tonos claros en maderas como el roble, el arce, el abedul y el castaño blanqueado, hoy, los tonos oscuros están ganando cada vez más terreno para dar un toque elegante y chic a las estancias.

Cristal: es ideal para aportar claridad y permitir el paso de la luz en la estancia, que será fundamental para crear un efecto óptico de amplitud que acostumbra a caracterizar a este tipo de decoraciones. Puedes emplearlo en muchos elementos, desde el mobiliario hasta las grandes ventanas pasando por los paneles divisores de espacios o las ventanas.

Aluminio y acero: su ligereza física y visual va fenomenal con la esencia del minimalismo, y es que no tiene otro objetivo que decorar de una forma práctica, funcional y no demasiado llamativa.

Otros materiales: si quieres añadir sofisticación a tu diseño interior, puedes emplear algunos materiales naturales o de imitación como el cemento alisado, el vidrio, el alambre de acero, la venecita o las piedras, por ejemplo.

Las telas o los textiles que quieras poner en tu hogar también tienen que cumplir con las pautas de esta decoración. Este es el caso de las cortinas o alfombras tendrán que ser sobrias, lisas y de tonalidades neutras para que vayan en armonía con el resto de la estancia. Las telas rústicas hechas con lino o las de estilo rústico pueden encajar muy bien con el estilo de tu hogar.

Los adornos en los espacios minimalistas también tienen cabida, no hace falta que tengamos la casa completamente vacía. Lo que sí que tenemos que procurar es que los colores combinen con el resto del hogar o, si queremos, que destaquen de manera única. Tal es el caso de poner un cojín rojo o un ramo de flores azules es una buena idea y no rompe con este estilo. Lo que sí que tenemos que procurar es que estos elementos diferentes sean únicos en cada estancia, así destacarán por ellos solos pero sin romper con la monocromía necesaria de este tipo de decoración.

El recibidor es una de las partes más importantes de la casa, aunque muchas personas no se la den por ser una zona de paso en la que únicamente estás cuando entras y sales de casa. Sin embargo, bien decorado te puede trasmitir muy buenas sensaciones, tanto a ti como a las personas que visiten tu hogar.

No hace falta una gran inversión, hace falta unas cuantas piezas selectas y protagonistas y podrás tener un recibidor espectacular.

Elige con mucho detalle lo que vas a poner, siendo lo más recomendable un espejo, un mueble o balda para poner las llaves, una pequeña lámpara y alguna planta. Es muy importante que tengas en cuenta la iluminación en esa zona, y que lo hagas de forma que no se le quite espacio al resto de la casa, ni real ni en sensaciones. Lo ideal es poner un foco halógeno en el techo, ya que aportará muy buena luz al recibidor.

Si pones un mueble auxiliar y hay espacio, una lámpara pequeña será también una buena opción.