Los carnavales es una de las festividades más esperadas en Panamá, pero, por segundo año consecutivo son suspendidos por la pandemia, sin embargo, este hecho, fue una oportunidad para el turismo interno.
Alex Carbonell ex – presidente de los Comunicadores Panameños de Turismo nos comenta sobre el tema que: “afecta la economía a un sector importante del interior y de la capital, que en esta época generan lo que no hacen durante el resto de año. Pero al mismo tiempo se puede aprovechar para hacer turismo interno y visitar los innumerables lugares que tiene Panamá”.
Como se ha recomendado desde que se flexibilizaron las medidas el año pasado, lo mejor que se puede hacer es ir a lugares abiertos. Carbonell coincide en este punto y recomienda para aquellos que tengan planes en viajar al interior, que se puede optar por, -visitar parques naturales y hacer senderismo o (hiking), acampar, avistamiento de aves entre otros- si es que eres de un espíritu aventurero-.
En Brasil otro país que se toma las fiestas carnestolendas en serio también se decidió suspenderlas, mientras que, en Barranquilla, Colombia si se realizarán a finales de marzo.
En cuanto a los balnearios de frontera a frontera “hay muchas alternativas como la isla de Taboga cerca de la capital. En el Caribe panameño está Bocas del Toro, Costa Arriba y Costa Abajo de Colón, las Islas de Guna Yala que se pueden ir por tierra y avión. Y de esta manera apoyamos a mover la economía interna que tanto lo necesita por la falta de turismo externo” nos dice el comunicador.
Uno de los gremios que más afectado su actividad son los murgueros y las comparsas. Sobre este tema el músico Rigoberto Montero, que participa en murgas nos comenta “es algo triste para nosotros porque nuestra economía ha bajado y no hay tantos toques como antes. Ahora hay que hacerlo porque no queda de otra. La idea es buscar otras estrategias en burbujas familiares”.
Sobre la decisión de la suspensión de la fiesta del Rey Momo el infectólogo Xavier Saéz-Lorrens nos dice “me pareció una medida sensata porque aún estamos con la incertidumbre del final de la ola ómicron, porque la ocupación hospitalaria va siempre retrasada 1-2 semanas después de que inicie el descenso de los casos infectados y porque hay otras prioridades más importantes. Cabe la posibilidad, no obstante, que para esas fechas (finales de febrero), la situación del Covid esté mucho mejor controlada en el país”.