La tecnología está vigente en todos los aspectos de nuestras vidas. Hoy día, para hacer menos impactante el aislamiento social, los enamorados pueden darse besos a pesar de la distancia.
Apesar de que este equipo se creó en el año 2017, hoy parece haber ganado más adeptos y simpatizantes.
El avance de las nuevas tecnologías afecta a todos los aspectos de nuestra vida; también a nuestras relaciones afectivas. Por ejemplo, el síndrome FOMO puede llegar a entrometerse en las reuniones familiares o de amigos cuando se está consultando el smartphone constantemente, y lo mismo ocurre con el aislamiento social que algunas personas experimentan por interactuar con los demás solo a través del ordenador.
Sin embargo, a veces también ocurre el efecto contrario: la tecnología permite que las personas están más cerca a pesar de estar físicamente alejadas. De hecho, en poco tiempo es posible que besar a alguien a quien no tenemos delante sea habitual… aunque esta idea pueda traer polémica. Ya hay ciertos dispositivos que se acoplan a aparatos electrónicos conectados a internet para poder experimentar algo parecido a un beso.
La falta de contacto en las relaciones a distancia El amor y el afecto son fenómenos que existen en el cara a cara, en el contacto con las personas y, fundamentalmente, a través del tacto. El simple hecho de no poder besarse hace que muchas relaciones a distancia resulten insatisfactorias y que no se sea capaz de encontrar un aliciente en ellas que compense ese sentimiento de frustración.
Así pues, la imposibilidad de besarse puede llegar a ser un problema que desgaste las relaciones de pareja.
tPero… ¿es posible que el desarrollo de nuevas tecnologías permita dar una respuesta a este problema? Hoy, por lo menos, hay algunos equipos que ya están desarrollando ideas para hacer posibles los besos a distancia mediante aparatos conectados entre sí de manera inalámbrica. Veamos cuáles son sus características y hasta qué punto tienen potencial.
El Kiss Transmission Device La Universidad de Electtro-Comunicaciones de Japón ha desarrollado una máquina que transmite movimientos de lengua a otra igual, por alejada que esté.
Se utiliza colocándose dentro de la boca una de sus partes adaptadas, la cual registrará los movimientos que se vayan realizando y los transmitirá a otra, que se moverá de manera sincronizada.