El país escandinavo decidió no confinar a sus habitantes, apostando por que cada uno de sus pobladores cambiaran sus hábitos para protegerse de la pandemia.
El mundo cambió, el coronavirus transformó el día a día en diversas ciudades del mundo. En medio de la cuarentena que viven la ciudades de Europa, Suecia ofrece un panorama diferente a sus habitantes.
Las autoridades no han seguido el protocolo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por el contrario han continuado sus actividades de manera habitual, confiando en la conciencia social.
Escuelas, parques, restaurantes, bares y tiendas permanecen abiertos, como una medida diferente adoptada por el resto de las naciones, con medidas restrictivas muy leves para salvar la economía del país.
Las autoridades han optado por hacer recomendaciones a su población, que han apelado a la auto regulación de las personas. Por ejemplo, que las personas se queden en las regiones donde habitan, cada quien respetando el distanciamiento social y el comportamiento responsable.
Las medidas más severas adoptadas por las autoridades suecas es la prohibición de visitas a residencias de ancianos, prohibir reuniones de más de 50 personas y en los bares y restaurantes solo pueden atender a clientes sentados.
Además, recomendó que todo el que pueda realizar teletrabajo se incline por esta opción, al tiempo que ha aumentado el transporte en bicicleta para evitar el transporte público. La vida en las comunidades se desarrolla con bastante normalidad, pero con las medidas claras adoptadas individualmente.
La estrategia se inclina a que las personas creen anticuerpos contra el virus. Buscan la inmunidad de rebaño, con las facilidades dadas al virus para que circule entre la población, aunque según los datos epidemiológicos esta inmunidad está lejos de conseguirse.
Según datos recientes, Suecia tiene más decesos por millón de habitantes, lo que se ha convertido en un problema para las autoridades sanitarias, cuando presentan 6,4 fallecidos por millón de habitantes.
Aunque las actividades económicas no se han detenido en Suecia, el país no está exento de la afectación a su PIB, ya que dependen de las exportaciones que suman casi un 45%. Las actividades del sector turismo se han visto afectadas, con cancelaciones de reservas hoteleras entre un 80% y 100%. Las autoridades prvén un 7% de contracción del PIB.
Loc ierto es que ninguna nación estaba preparada para esta pandemia, las medidas adoptadas por la mayoría de las naciones no están avaladas en ninguna experiencia a priori, por ello, las medidas adoptadas por Suecia y la posterior evaluación de los resultados será parte de la experiencia mundial frente a este virus.