Dr. Christian Savarain
Médico especialista en Oftalmología

El origen de una vocación
Así describe el Dr. Christian Savarain su relación con la oftalmología. Una
especialidad que lo acompaña desde siempre, que lo inspiró desde niño y que hoy,
como médico consolidado en Panamá, representa mucho más que una profesión: es
su propósito de vida.
Nacido en una familia de médicos, su admiración por la medicina comenzó en
casa. Su padre, oftalmólogo, no solo fue su figura paterna, sino también su modelo
profesional. Desde los 12 años, Christian solía acompañarlo al quirófano, fascinado
por la precisión de cada movimiento, por la delicadeza del ojo humano y por la
manera en que una cirugía podía devolverle la luz a una persona.
“Me quedaba
encantado viendo la cirugía ocular. Todo es tan minucioso, tan exacto. Es como
una danza quirúrgica que requiere paciencia, sensibilidad y mucho conocimiento”
,
explica.
¿Cómo nació su interés por la oftalmología?
Ese contacto cercano con el mundo de la oftalmología marcó un antes y un
después. Fue ahí donde nació su vocación, y con el tiempo, su pasión se volvió
también misión.
“Siempre me gustó la oftalmología. De hecho, entré a la carrera de
medicina convencido de que eso era lo que iba a ser. Durante mi formación exploré
otras ramas, y muchas me llegaron a gustar sobre todo las quirúrgicas, pero al final
la oftalmología ,ya me había ganado el corazón desde mucho antes” indica,
El Dr. Savarain estudió Medicina en la Universidad de Panamá, donde fue
formando una visión integral de la atención médica, centrada tanto en la ciencia
como en la empatía. Luego realizó su especialidad en oftalmología en el Hospital
Santo Tomás respaldado por la Universidad de Panamá, donde consolidó suconocimiento clínico y quirúrgico. Más adelante, decidió ir un paso más allá y
realizó una subespecialidad en Duke University, en Carolina del Norte, una de las
instituciones más prestigiosas del mundo en el campo de la oftalmología.
“Fue una
etapa que me transformó como profesional. La exposición a nuevas tecnologías,
técnicas avanzadas y un entorno académico de primer nivel me dio herramientas
que hoy aplico todos los días con mis pacientes en Panamá.
”
, nos dice.
A lo largo de su camino, descubrió que lo que más le apasiona es la cirugía de
catarata y dar las estrategias para el acompañamiento en el envejecimiento ocular
saludable, un concepto que más adelante él mismo desarrollaría y aplicaría con
convicción en su práctica clínica.
Hoy, su consulta es un espacio donde la ciencia se encuentra con la calidez
humana. Para él, cada diagnóstico es un compromiso. Escucha con atención,
explica con paciencia, y ofrece un tratamiento basado no solo en evidencia médica,
sino también en respeto y humanidad.
Panamá ha sido el lugar donde ha decidido sembrar y crecer. Desde aquí, trabaja
cada semana devolviendo la visión a quienes han comenzado a perderla. Para él, la
oftalmología no es solo una especialidad médica: es un canal para mejorar la
calidad de vida, para restaurar la independencia, y para reconectar a las personas
con el mundo que las rodea.
¿Qué nos puede aconsejar para nuestra salud visual?
“Muchas veces pensamos en la salud visual solo cuando el problema aparece. Pero
los ojos, como todo el cuerpo, también envejecen. Anticiparse, cuidarlos, entender
los cambios naturales que ocurren con los años. Es clave para vivir una vida plena.
Y ahí está mi rol: acompañar, prevenir, operar cuando sea necesario y siempre estar
presente para mis pacientes” señala.
Más allá del conocimiento, lo que el Dr. Christian Savarain transmite es confianza.
Su historia profesional está íntimamente ligada a su historia personal. Y eso se
siente en cada consulta, en cada cirugía y en cada mirada agradecida.
Una vida dedicada a devolver la luzPara el Dr. Christian Savarain, la oftalmología es mucho más que una especialidad
médica: es una forma de transformar vidas. Su práctica diaria está profundamente
marcada por un concepto que ha desarrollado y que hoy define su enfoque
profesional: el envejecimiento saludable del ojo.
“Es una idea que aplico en cada paciente adulto mayor. Significa cuidar los ojos de
forma activa durante las etapas más avanzadas de la vida, no esperar a que
aparezcan los problemas, sino prevenirlos. Se trata de acompañar al ojo a envejecer
de la manera más saludable posible y conservar una buena visión hasta el último
día de vida”
, comenta.
Este concepto, único en su práctica, refleja una medicina preventiva, consciente y
comprometida con el bienestar a largo plazo. En consulta, el Dr. Savarain
promueve evaluaciones visuales regulares, educación sobre cambios oculares
relacionados con la edad y tratamientos individualizados para conservar la salud
visual en el tiempo.
“Así como controlamos la presión arterial o el colesterol,
también deberíamos preocuparnos por cómo envejecen nuestros ojos”
, afirma.
Dentro de su especialidad, lo que más lo apasiona es la cirugía de catarata, un
procedimiento que realiza con frecuencia y que representa para él mucho más que
una técnica quirúrgica: es una oportunidad de devolver autonomía, claridad y
calidad de vida.
“La cirugía de catarata es una de las intervenciones más
emocionantes que puede hacer un médico. El paciente entra viendo borroso o casi
nada y en cuestión de minutos, podemos devolverle la claridad del mundo”
, señala.
Esa emoción se repite cada semana, y nunca pierde fuerza. El Dr. Savarain habla
con sensibilidad sobre las reacciones de sus pacientes.
“Muchos me dicen lo feliz
que se sienten de volver a ver el rostro de sus hijos, los colores del paisaje, de
poder manejar otra vez o simplemente recuperar su independencia. Es un impacto
real en la vida diaria, y eso es lo que me motiva”
, recuerda.
Lo que distingue su trabajo, además de la técnica, es la cercanía constante que
brinda a cada persona. Su práctica médica es profundamente personalizada. Desde
el diagnóstico hasta el postoperatorio, el paciente no solo cuenta con su
experiencia, sino también con su presencia cercana.
“Sé que enfrentarse a una
cirugía genera ansiedad. Por eso estoy siempre disponible para mis pacientes,
respondo sus dudas y los acompaño paso a paso. Esa cercanía alivia miedos, crea
confianza y mejora la experiencia completa”
, enfatiza.Su paso por Duke University, en Carolina del Norte, reforzó esta visión integral.
Allí tuvo la oportunidad de entrenarse con algunos de los mejores especialistas del
mundo, de perfeccionar técnicas de microcirugía ocular y de reafirmar su
compromiso con una medicina moderna, precisa, pero profundamente humana.
La tecnología, sin duda, es una gran aliada. El Dr. Savarain trabaja con equipos de
última generación y se mantiene constantemente actualizado. Pero para él, lo más
importante sigue siendo la conexión médico-paciente.
“Podemos tener el mejor
láser del mundo, pero si no escuchamos al paciente, si no entendemos su historia y
su contexto, no estamos haciendo medicina de verdad”
, opina.
Desde su práctica en Panamá, impulsa activamente la concienciación sobre la
importancia de cuidar la salud visual en todas las etapas de la vida, especialmente
en la adultez mayor. El envejecimiento ocular saludable, se ha convertido en su
sello profesional, un enfoque que pone al paciente en el centro y prioriza la
prevención, la funcionalidad y el respeto por el proceso natural del cuerpo.
“Ver bien no es solo un tema médico, es calidad de vida. Y poder ayudar a
preservar o recuperar esa visión es un privilegio. Mis manos están al servicio de la
luz que muchos creían perdida” dice.
El hombre detrás del médico
Detrás del médico que cada semana entra a un quirófano a devolver la visión, hay
un hombre que valora los detalles de la vida: una conversación tranquila, una tarde
en familia, el sonido de una risa infantil. El Dr. Christian Savarain no solo ha
construido una carrera sólida en la medicina panameña, también ha forjado un
hogar donde el amor, la vocación compartida y la cercanía son pilares
fundamentales.
Comparte su vida con la Dra. Lorena Pinto, dermatóloga, colega y compañera de
aventuras. Más que compartir una profesión, comparten una visión.
“Con Lorena
nos une algo más profundo que la medicina. Nos une la forma en que entendemos
la vida, el compromiso con el bienestar de los demás y el deseo de crecer juntos,
como profesionales y como familia”afirma.
Ya siendo padre, la vida le regaló una nueva etapa con la llegada de Christian
Savarain Jr., un pequeño de año y medio que ha llenado su hogar de alegría y
ternura.
“Convertirme nuevamente en papá ha sido una experienciatransformadora. Te cambia la manera de ver el mundo, de valorar el tiempo, de
entender a los demás. Todo lo que hago hoy tiene una motivación renovada”
.
Esa transformación se refleja también en su práctica médica. La empatía, que
siempre fue parte de su carácter, se ha profundizado con esta etapa de paternidad.
El ser humano nunca deja de aprender. Para usted, cuál ha sido una de las mejores
enseñanzas que le ha dado la vida a lo largo de su años de servicio.
“Uno se vuelve más consciente del valor del tiempo, de la fragilidad de la salud, y
de lo importante que es ser amable, humano y presente con cada paciente.
”
Fuera del consultorio, el Dr. Savarain cultiva también su bienestar personal.
Disfruta del tenis, un deporte que le exige enfoque y disciplina, pero que también
le regala momentos de desconexión. Le encanta viajar, conocer nuevas culturas,
probar sabores diferentes y observar cómo vive la gente en otras partes del mundo.
“Viajar me nutre, me inspira, me da perspectiva. Y creo que todo eso también me
hace mejor médico”
.
Además, tiene una gran afición por las buenas historias, ya sea en forma de libros o
películas. Le apasionan aquellas narrativas que dejan huella, que emocionan, que
despiertan reflexión.
“Una buena historia tiene el poder de cambiarte por dentro. Y
en la medicina, también somos narradores: acompañamos historias de vida, de
dolor, de esperanza”
.
El equilibrio entre su faceta profesional y personal no es casual, es algo que cultiva
día a día. Porque para él, un buen médico no es solo el que sabe operar o
diagnosticar, sino el que está en paz consigo mismo, el que escucha con el corazón
y el que sabe cuándo detenerse para abrazar a sus hijos o compartir una cena sin
mirar el reloj.
“Mis pacientes saben que soy accesible, cercano, que pueden contar conmigo. Pero
también saben que soy una persona de familia. Y creo que eso, lejos de restar,
suma. Porque les da la seguridad de que detrás del médico hay alguien real, con
valores, con compromiso, con humanidad.
”
, señala.
En su vida, la ciencia y la sensibilidad conviven en armonía. Su hogar es su refugio
y su motor. Y es ahí, en los momentos simples —un abrazo en la mañana, unacarcajada compartida, una palabra de aliento— donde recarga la energía con la que,
día tras día, vuelve a ejercer la medicina con pasión.
Cercanía, ciencia y propósito
Hablar con el Dr. Christian Savarain es entender que la medicina, cuando se ejerce
con propósito, deja huella más allá del consultorio. Su visión de futuro no está
enfocada en cifras ni en títulos, sino en seguir brindando atención de alta calidad a
sus pacientes, expandiendo su alcance y multiplicando su filosofía a través de otros
colegas que compartan su mismo compromiso humano.
“Mi meta es seguir creciendo sin perder nunca la esencia de lo que me trajo aquí: el
deseo genuino de ayudar. Quiero rodearme de profesionales que compartan esa
visión, que no solo dominen lo técnico, sino que tengan verdadera empatía. Juntos
podemos llegar a más personas, atender más necesidades y seguir haciendo
medicina con alma”
.
Parte fundamental de su mensaje es crear conciencia sobre el cuidado ocular a
largo plazo.
“No hay por qué envejecer con visión deficiente o molestias oculares.
Muchas de esas condiciones se pueden prevenir o tratar a tiempo. Quiero que las
personas disfruten plenamente esa etapa de la vida en la que ya han trabajado y se
han esforzado tanto. Merecen ver con claridad, moverse con libertad y seguir
disfrutando del mundo con todos sus colores”
.
Su filosofía es simple, pero poderosa: hacer el bien siempre. Para él, el bienestar
del paciente está por encima de todo.
“Cuando el foco es sanar y aliviar, todo lo
demás —el dinero, las preocupaciones externas— pasa a un segundo plano. Lo que
debe guiarnos siempre es el deseo profundo de mejorar la vida de quien confía en
nosotros”
.
Más allá de su consulta privada, el Dr. Savarain es un médico activo en la sociedad
panameña. Apoya causas sociales, colabora con organizaciones y pone su
conocimiento al servicio de quienes más lo necesitan. Forma parte del Patronato
Luz del Ciego, la Unión Nacional de Ciegos, y otras iniciativas que buscan llevar
salud visual a comunidades vulnerables. También participa en campañaseducativas, charlas y actividades de prevención, convencido de que la información
salva visión.
“Siempre que puedo, ayudo. Es parte de mi compromiso como médico y como
ciudadano. No se trata solo de operar o prescribir tratamientos, se trata de hacer
algo más por los demás, de sembrar conciencia, de dejar una marca.
”
, acota.
Así, con paso firme y una vocación transparente, el Dr. Christian Savarain continúa
escribiendo su historia dentro de la medicina panameña. Una historia de
excelencia, pero también de humanidad. Una carrera construida sobre la ciencia,
pero guiada por el corazón.
Su legado no será solo el de un gran cirujano, sino el de un médico que sabe mirar
a los ojos —literal y simbólicamente— a cada paciente que pasa por sus manos.
El Dr. Christian Savarain brinda atención oftalmológica en dos centros médicos de
referencia en la ciudad de Panamá: el Royal Center, en el área de Paitilla, y el
Hospital Santa Fe. En ambos lugares ofrece una atención cercana, ética y basada en
altos estándares de calidad. Las cirugías las realiza en el Centro de Cirugía Ocular,
considerado el centro oftalmológico más completo y avanzado del país. Allí cuenta
con tecnología de última generación que le permite ofrecer a sus pacientes
procedimientos precisos, seguros y con excelentes resultados visuales.
“Poder
operar en un centro como este me permite dar lo mejor de mí como cirujano y
asegurarles a mis pacientes una experiencia quirúrgica de excelencia”
, afirma con
orgullo.